"El
cuerpo es la parte del alma que se conoce con los cinco sentidos".
William Blake
"Los
Instrumentos de evaluación psicológica se deben
construir con Rigor Experimental pero administrarse e
interpretarse con Actitud Clínica."
Michèlle Montreuil (1995)
"Todo el vivir ocurre
desde el emocionar como fundamento. No hay vivir sin emoción
porque la emoción es, desde la operacionalidad, vivir, Ia
configuración dinámica de la corporalidad(...)"
Maturana, 1990.
Aspiramos
que este artículo pueda mostrar el enlace entre el desarrollo
del constructo Alexitimia y su evaluación y el fuerte reclamo
actual por articular la teoría psicoanalítica con
investigación empírica. Además deseamos,
subrayar la relevancia de la evaluación psicológica
como medio de verificación empírica y construcción
de conocimiento. La conceptualización y validación del
constructo Alexitimia, del mismo modo que las nuevas tecnologías,
permiten detectar dimensiones en los pacientes de utilidad para sus
psicoterapias no tan visibles previamente.
1.-
Psicoanálisis e investigación empírica
Son
numerosos los psicoanalistas que reclaman la investigación
empírica de sus asunciones (Kandel, 1999, Robins, Gosling y
Craik, 1999, Masling, 2000), Bornstein, 2010, 2017, Bornstein y
Huprich
2015, Kernberg, 2006, 2015, Bram y Yalouf, 2015, Luyten, Blatt y
Corveleyn, 2006y Luyten, 2015). Entre ellos algunos mencionan que la
escases de validación para indagar los alcances y limitaciones
de sus formulaciones teóricas, sería responsable de la
decreciente presencia de trabajos psicoanalíticos, en las
publicaciones especializadas y en los espacios formativos académicos.
En un tratado sobre biología y el futuro del psicoanálisis
publicado hace más de una década, Eric Kandel , premio
Nobel, destacó que el aspecto más frustrante del
psicoanálisis es su fracaso para evolucionar científicamente,
específicamente su falencia para desarrollar métodos
objetivos para probar sus formulaciones (Kandel, 1999, citado por
Taylor, 2013).
En
este mismo tenor, Masling (2000) titula su documentado artículo
"Investigación empírica y la salud del
Psicoanálisis" poniendo de relieve que ya las ideas
psicoanalíticas no son más las dominantes. Comenta en
especial un informe de febrero de 1999 en "American
Psychologist", de Robins, Gosling y Craik que merece nuestra
especial atención, pues revisaron cuatro importantes áreas
de contenidos de la Psicología, -la ciencia cognitiva, la
neurociencia, el conductismo y el psicoanalisis. Estos autores
señalaron que la producción en revistas contemporáneas
de psicoanalisis no parece alcanzar a la corriente de la psicología
científica, y comentan que " El psicoanálisis
parece constituir un campo que se nutre de sí mismo"
(Robins, Gosling y Craik, 1999, pags. 123 y 124, Yalouf, 2015).
No
dudamos que la introducción de métodos de verificación
en teoría psicoanalítica, puede resultar controversial,
así, Patrick Luyten, Sidney J. Blatt y Jozef Corveleyn en
2006, plantean que se encuentran en el psicoanálisis dos
culturas divergentes, la hermenéutica y la positivista. Se
tratarían de culturas muy diferentes, una más clínica
en orientación, que se centra más en el significado e
interpretación, basándose principalmente en el
tradicional método del caso. La otra más orientada a la
investigación, centrada tratando de elucidar, relaciones de
causa y efecto, basándose principalmente en métodos
prestados de las ciencias sociales y naturales. En ese artículo
se repasa la historia de esta división y de sus argumentos, se
discuten pros y contras, sobre las posibles contribuciones de la
investigación empirica. Cada vez más, al parecer, las
críticas referidas al estatuto científico del
psicoanálisis están siendo respondidas por la
investigación empírica. Esto ha contribuido a un
creciente reconocimiento dentro de la comunidad científica
sobre la credibilidad de aspectos de la teoría psicoanalítica
y de la efectividad del tratamiento psicodinámico (Luyten,
Blatt, y Corveleyn, 2006). Sin embargo, dentro de la comunidad
psicoanalítica, hay preocupación de que este incremento
en la cantidad y calidad de la investigación empírica
sobre conceptos psicoanalíticos, presente el riesgo de crear
una unilateralidad empírica. También temen que la
investigación empírica sistemática pudiera
reactivamente, guiar a aislamiento intelectual, fragmentación,
estancamiento y ortodoxia.
Ahora
bien, adicionalmente otros autores que toman en cuenta la tendencia
polarizadora descripta, recomiendan el pluralismo metodológico.
Si se asumiera esta postura podría conducir a una comprensión
enriquecida del proceso clínico y al desarrollo de nuevas
metodologías de exploración para investigar las
complejas hipótesis psicodinámicas. Tambien, el
pluralismo metodológico ayudaría a cerrar la brecha
entre las previamente citadas dos culturas psicoanalíticas y
además la distancia entre investigación y práctica
clínica. Pocos temas provocan tanta discusión y
polémica en psicoanálisis como este debate sobre el
papel de la investigación empírica (Bornstein, 2005,
Hauser, 2005, Green, 2000).
La
contribución de las técnicas de exploración
psicológica, puede ser enorme y significativa y desborda
ampliamente los objetivos escuetos del diagnóstico
diferencial. Los resultados que de ella se desprenden pueden tanto
inscribirse en la investigación empírica de los
supuestos psicoanalíticos como a aportes concretos en la
llamada Psicología de la Salud. Este enfoque se orienta a
aplicarlos los resultados de las investigaciones con técnicas
psicológicas a la promoción de la salud y al bienestar,
a la limitación de los riesgos de enfermar, a la atención
de las personas en situación de enfermedad, a la
rehabilitación de las secuelas, y además, el
mejoramiento de los servicios de salud. Como sabemos, la Psicología
de la Salud, consiste en la rama aplicada de la Psicología
que se dedica al estudio de los componentes subjetivos y de
comportamiento del proceso salud–enfermedad y de la atención
de la salud (Morales Calatayud, 1999).
En
una reflexión sobre nuestra propia disciplina, la evaluación
psicológica, evocamos los trabajos seminales de Rapaport y
Schafer en la Clínica Menninger. Ellos, anticiparon en la
decada del sesenta a la evaluación psicológica como
aliada de la necesidad de verificación diagnóstica por
parte del psiquiatra y equipo de salud y como métodos
inestimables para la investigación teórica del
funcionamiento psíquico (Schafer, 1948/1980, 1954, Rapaport,
1960, 1970, Rapaport, Schafer y Gill, 1965)
Pareciera
sin embargo, que recien últimamente en nuestro país, en
la medida en la que se afirma la necesidad de tomar en cuenta
resultados objetivos científicamente avalados, la evaluación
psicológica podría más activamente ser convocada
para aportar evidencia en los diagnósticos, servicios de
psicoterapia y administración de tratamientos.
2.-
El Constructo Multidimensional Alexitimia.
2.1.
Alexitima
Graeme
Taylor, Profesor de Psiquiatría de la Universidad de Toronto y
Hospital Mount Sinai y Titular del Instituto de Psicoanálsis
Contemporáneo , uno de los autores de las Escalas Toronto de
Alexitimia (TAS) afirma que "El ejemplo de Alexitimia muestra
como contar con instrumentos confiables y válidos para evaluar
un constructo psicoanalítico no sólo provee sostén
a la validez del constructo, sino que además aporta una
oportunidad para que se desarrolle un amplio abanico de otras
investigaciones empíricas que pueden proporcionar hallazgos
clínicamente relevantes" (Taylor y Bagby, 2013). Entre
estas investigaciones podríamos mencionar, estudios
correlacionales que clarifican la naturaleza de las relaciones con
otros constructos psicoanalíticos, estudios experimentales que
evalúan hipótesis propuestas sobre déficits
subyascentes, estudios con imágenes cerebrales que identifican
los correlatos neurológicos del constructo, investigaciones
con gemelos y mellizos, que investigan en qué medida puede
relacionarse etiológicamente el constructo con factores
genéticos, estudios para evaluar la eficacia de distintas
intervenciones psicoterapéuticas. Pueden aplicarse varios
procedimientos estadísticos como el análisis factorial
confirmatorio (CFA), para evaluar en que medida es probable que se
hallen presentes entre no pacientes y pacientes de distintas culturas
y problemáticas, los factores que componen el constructo
(Lunazzi y col. 2012).
Plantea,
más adelante G.Taylor, que "Los hallazgos de la
investigación empírica son de utilidad para el
psicoanalista pues ofrecen una comprensión más amplia
de pacientes que son difíciles de tratar, a causa de que
tienen limitado reconocimiento de sus sentimientos, son proclives a
los síntomas somáticos, a las conductas basadas en la
acción, que resisten la exploración de su mundo interno
inconsciente, que fallan en interactuar emocionalmente con el
terapéuta y que producen contrastrasferencialmente
sentimientos de aburrimiento, frustración y agotamiento."
Hallamos
en los parrafos de Taylor las referencis esenciales del constructo
polifacetíco Alexitimia, el cual al volver visible una
categoría dimensional nueva, permite reconocer el agrupamiento
de cuatro importantes rasgos de personalidad y ofrece evaluación
e investigación empírica al amplioterritorio del
pensamiento Psicoanalítico sobre regulación e
integración de los afectos, en el funcionamiento psíquico.
Los cuatro factores que integran la alexitimia son 1.- Dificultad
para diferenciar sentimientos de sensaciones somáticas; 2.-
Dificultad para comunicar los sentimientos; 3.- Limitada actividad de
imaginación y fantasía; 4.- Pensamiento operatorio
(atención dirigida a tareas concretas externas, como actitud
opuesta a vincularse con la propia vida psíquica interna).
(Taylor,
1984, 1995, Taylor, Bagby, Parker, 1997, Bagby, Parker, Taylor 1994,
Bagby, Taylor, Parker y Dickens, 2006).
Notemos,
que la definición de Alexitimia, que etimológicamente
significa "Sin palabras para los sentimientos" (Sifneos,
1973), resulta muy reductiva respecto de abarcar la agrupación
de rasgos que la componen. Banalizar la comprensión de la
Alexitimia como "sin palabras para los sentimientos",
oscurece la riqueza y eficacia del constructo.
El
constructo Alexitimia fue conceptualizado por los psicoanalistas
bostonianos P. Sifneos y Nemiah como fruto de su trabajo con
pacientes psicosomáticos (Nemiah y Sifneos 1970, Nemiah, 1976,
1977) . Ellos tempranamente llamaron la atención al hecho de
que un déficit afectivo parecía estar en la base de
numerosos trastornos psicosomáticos (Sifneos, 1967, 1994). Sus
trabajos comparten los desarrollados, paralelamente por P.Marty y M.
de M´Uzan en la Escuela Psicosomática de Paris. Este
último grupo definió el "pensamiento operatorio"
(Marty y de M´Uzan, 1963), descripto como el cuarto factor de
la Alexitimia cuando se elaboró la Escala TAS-26 (Taylor,
1984, 1995, Taylor, Bagby, Parker, 1997, Parker, Taylor, Bagby,
1998).
Las
conclusiones de las investigaciones realizadas en Boston y Paris,
son compatibles también con las observaciones e impresiones
clínicas. Las personas con altos grados de alexitimia, emplean
principalmente defensas primitivas, tienen una capacidad empática
limitada , exhiben déficit en la mentalización y no
responden bien a las psicoterapias interpretativas tradicionales.
2.2.
Consideraciones etiológicas
En
la investigación de la etiología de la alexitimia, se
conjugan hoy muy activamente, propuestas teóricas e
investigación empírica. Los temas principales indagan
el alcance de los factores genéticos y hereditarios, los
determinantes neurobiológicos y o ambientales y vinculares.
Especialmente las interferencias y bloqueos de desarrollos cognitivos
y afectivos saludables son temas que concitan profundo interés.
Particularme, destacamos la importancia de los hallazgos de las
investigaciones sobre trauma infantil y apego inseguro, factores
generalmente asociados con déficits en el desarrollo afectivo
y en su regulación.
Mencionaremos
algunas de las principales corrientes. Desde el punto de vista
teórico el trabajo de W.Bion, sobre la génesis,
agénesis y disgénesis del pensar resulta fundamental.
En sus trabajos se delinearon dos mecanismos básicos, usados
para evitar las dolorosas o catastróficas ansiedades asociadas
con el nacimiento del pensamiento (Bion, 1966). Tales mecanismos son
la evacuación de los componentes a partir de los cuales nace
el pensamiento o la conversión de ellos en pseudo elementos o
falsos pensamientos. Testimonio clínico de estos mecanismos
son el pensamiento disgregado y la enfermedad psicosomática
(Fossati, Acquarini, Feeney, Borroni, Grazioli, Giarolli, Graham,
1988).
En
el sendero de W.Bion, pero también en sintonía con los
trabajos recientes en Neuropsicología de A. Damasio y
continuadores, se destaca Wilma Bucci, con su conceptualización
de la teoría del Código Múltiple y el proceso
referencial, fundamental para la consciencia y el sentido de Self
(Bucci, 2007, 2008; Damasio, 1994, 2003). En su teoría de
código múltiple y el proceso referencial se examinan el
nivel de conciencia y el sentido de si mismo (Self) planteando la
yuxtaposición de sistemas subsimbólicos y simbólicos
en los que se elabora la información incluyendo la información
emocional. Las patología en la memoria de trabajo y en todas
las formas de neurosis tendrían sus raíces en la
disociación dentro de los esquemas de emoción. Esto se
aplica en diferentes niveles para todas las formas de neurosis. El
objetivo del tratamiento psicoanalítico es la integración
de esquemas disociados, lo que requiere la activación de lo
subsimbólico, incluyendo experiencia corporal, en la sesión,
en las representaciones simbólicas de la experiencia presente
y más allá asociativamente. En sus trabajos discute el
papel del lenguaje en el cambio terapéutico, implicaciones
sobre la represión, la resistencia, el proceso primario y
otros conceptos psicoanalíticos (Marty, P. 1991, Bucci, 1997,
2008)
Otra
importante corriente de estudios etiológicos se desprende de
J. Bowlby (Bowlby, 1958,1960, 1969,1973,1980) dando lugar a la
Teoria del Apego, con el énfasis en las consecuencias
deficitarias o saludables de los buenos vínculos de la madre,
padre y ambiente en la infancia temprana. Esta corriente, subraya la
importancia de que el infante cuente para su desarrollo con "una
madre suficientemente buena" , con capacidad de empatía,
sostén duradero y estabilidad afectiva, D. Winnicott, con
cierta distancia respecto de las enseñanzas de S. Freud
predominantemente centradas en la lucha interna por las viscisitudes
de los impulsos, llama la atención sobre el sentimiento de
soledad, el niño sano, los estados vinculares desde la
dependencia absoluta a la independencia relativa, el juego, la
creatividad, la trasicionalidad y muchos otros tópicos
(Winnicott, 1958,1965,1972,1991). La madre suficientemente buena, es
aquélla que se adapta a las necesidades del bebé, sin
ser muy intrusiva o por lo contrario, distante e indiferente. En las
funciones maternales, Winnicott antepone el concepto de función
frente al del sujeto que la realiza (madre, padre o sustituto). La
función implica una acción , un movimiento que
posibilita un proceso, más allá del individuo concreto,
biológico, que realiza el cuidado materno. De ahí que
las falencias en las funciones de manejo, sostén y presencia
se hallarían en las fuentes de las dificultades de integración
afectiva en el desarrollo psíquico (Howes, Hamilton, 1992;
Jurist, 2005).
En
la línea que subraya la importancia etiológica de
factores vinculares y ambientales, caben citar los estudios que
identifican padres Alexitímicos con hijos autistas (Heaton y
Reichenbacher, 2012). La asociación altamente significativa
entre Abuso físico por alguien cercano y cáncer en
13.092 encuestados, (Fuller-Thomson y Brennenstuhl, 2009). Tiempo
antes ya se había planteado la asociación todavía
entonces intrigante, entre Maltrato (comprende un abanico de abuso
físico y sexual, negligencia o disfunción familiar)
asociado con un gran espectro de enfermedades crónicas y
síntomas somáticos funcionales, diabetes, artritis,
asma y bronquitis crónica, enfisema y cardiopatías
(Felitti et al., 1998). Otras investigaciones revelan la relación
estadísticamente significativa entre Apego desorganizado y
trastorno límite de personalidad y otros trastornos
disociativos, se informa con abundante evidencia que una gran
proporción de pacientes con trastorno límite de
personalidad (TLP) han sido expuestos a alguna forma de abuso (73%),
o negligencia o abandono (82%) P. Patrick y P. Fonagy, demuestran
distorsiones considerables de la representación de apego en
individuos con este trastorno (Fonagy, 1997, 2002, 2011; Patrick,
1994, Lunazzi, 2013). Característicamente, todas las
investigaciones en Desorden de Personalidad Antisocial y Psicopatía,
presentan alta alexitimia (Liotti 1992, 2006 ; Cassidy, 1994; Dutra
et al., 2003, Hesse y Main, 2006). Cuestión que hemos hallado
también comprobada en nuestras investigaciones de adictos
judicializados, administrando conjuntamente TAS y Rorschach (Lunazzi,
Urrutia, García de la Fuente, Elías, Tonin, D Alessio,
De la Fuente, 2010), en sujetos con sobrepeso crónico,
(Lunazzi, 2001), con artritis reumatoide (Lunazzi, 2006) y en otras
enfermedades psicosomáticas (Lunazzi et al., 2012). Una
confirmación por lo opuesto puede también hallarse en
las investigaciones cuyos resultados demuestran los positivos efectos
sobre el desarrollo del pensamiento simbólico y la capacidad
de mentalización, cuando se cuenta con apego seguro (Meins,
Fernyhough, Russell, 1998; Main, Hesse, Kaplan, 2005).
Otro
importante autor a mencionar, es James Grotstein (1986), quien en una
postura integracionista, intenta dar luz sobre algunos tópicos
que se entrecruzan y problematizan entre los enfoques psicoanalíticos
que venimos de describir. J. Grotstein, propone lo que llama un nuevo
paradigma en Psicopatología: "La Psicología del
Desvalimiento: trastornos de la Regulación del sí mismo
y de la Regulación de las Interacciones". Busca, reunir
las teorías del conflicto (de poder entre las fuerzas
impulsivas y las defensas) y las de déficit (Impotencia,
Desvalimiento o desamparo) con los hallazgos de la neurobiología.
Este autor realiza un gran esfuerzo de integración, retomando
el concepto de descatectización de Freud y basándose en
la contribución de muchos autores ( Winnicott, 1958, 1965,
1972, 1991; Reich,1960, Bion, 1962,1963,1965,1970, Balint, 1968,
Bowlby, 1969,1973, 1980, Broucek, 1979, y Kohut, 1971, 1977,1978,
1984), los cuales revisa en sus textos (Grotstein, 1986, 1990).
Formando
parte de las investigaciones etiológicas, es interesante
señalar los difíciles estudios que buscan en la
Alexitimia, establecer asociaciones o posibles determinaciones
hereditarias. (Cooper, 2005; Rutter, 2006) . Una investigación
con 8785 mellizos daneses, concluye que los factores hereditarios
tendrían una influencia de cerca del 30%, cuestión que
se hallaría de acuerdo con otras investigaciones que informan
algo semejante en lo que respecta a rasgos de la personalidad
(.Jø′rgensen, Zachariae, Skytthe, Kyvik, 2007).
Es
oportuno también mencionar investigaciones que buscan poner en
evidencia los correlatos neurológicos de la Alexitimia
(Moriguchi et al., 2006, 2007, Matsuda y Komaki, 2007, Franz et al.,
2008).También cabe mencionar las investigaciones con
multimétodos evaluativos, para indagar la validez
discriminativa del constructo (Porcelli, P. 2004;Bagby, Taylor,
Parker, Dickens,2006; Porcelli, Mihura, 2010; Luyten, Fonagy, Lowyck,
Vermote, 2012; Lunazzi, 2013).
2.3.
Adaptación argentina de la Escala LAC-TAS-20 (Latinoamerican
Consensual Toronto Alexithymia Scale)
Dos
grandes interrogantes promovieron el interés que nos llevó
luego de casi dos décadas de investigaciones a lograr la
adaptación de la Escala TAS-20 para que estuviera disponible
en nuestro país. Nos preguntamos, 1.- ¿Sería la
Alexitimia, un nombre nuevo para algo ya conocido? 2.- ¿Podría
un cuestionario que se describe como auto administrable, aportar
conocimiento valioso, para los rorschachistas y proyectivistas?
Las
características integrantes del constructo Alexitimia han sido
operacionalizadas en diferentes instrumentos de medición
psicológica, incluyendo escalas de auto-informe, cuestionarios
evaluados por el observador, entrevistas estructuradas y tests
proyectivos. El más comúnmente utilizado actualmente es
la Escala de Alexitimia de Toronto, cuestionario de auto-informe, de
20 ítems (TAS-20), el cual presenta escalas de 3 factores
(Factor 1: Dificultad para distinguir sentimientos de sensaciones
corporales; Factor 2: Dificultad para comunicar los sentimientos;
Factor 3: Pensamiento Operatorio).
Como
antecedentes de nuestra propia adaptación, dispusimos de la
Adaptación para Argentina de la TAS-26 (Casullo, 1990, Sivak y
Wiater, 1997). Tal como referimos previamente y durante los años
1996 a 2006 realizamos en la Cátedra Psicodiagnóstico
de la Universidad Nacional de La Plata, varias Exposiciones y
Proyectos de Investigación con Multimétodos, incluyendo
la TAS-26. (Lunazzi et al., 2000, 2001, 2006). La alusión a
Multimétodos implica que se utilizan simultáneamente
varias técnicas de evaluación psicológica,
creando un dispositivo que al explorar distintos niveles del
funcionamiento psíquico, permite reconocer su compleja trama
(Meyer, 2008 citado en Lunazzi, 2017).
Tomando
en cuenta que la Escala Toronto de Alexitimia de 20 ítems
(TAS-20), consistía en una versión psicométricamente
superadora respecto de la TAS-26 ( Bagby, Parker, Taylor,1994) y se
estaba empleando internacionalmente, comenzamos a utilizarla en
nuestras nuevas investigaciones, con no pacientes, otros pacientes
psicosomáticos y adictos. Estos últimos mediante la
administración simultánea del Rorschach Sistema
Comprehensivo, para estudiar sus postulados déficits de
mentalización (Lunazzi y col. 2010)
La
TAS-20 ha sido traducida y sometida a validación cruzada en
muchos idiomas diferentes, lo cual ha permitido la realización
de investigaciones sobre la Alexitimia y la comparación de
hallazgos investigativos de diversos países. Se la tradujo al
Alemán, Árabe, Chino, Coreano, Danés, Español
(España),Español (Sudamérica), Griego, Farsi
(persa), Finlandés, Francés, Francés Canadiense,
Hebreo, Hindi, Holandés, Húngaro, Italiano, Japonés,
Lituano, Noruego, Polaco, Portugués (Brasil), Portugués
(Portugal), Ruso y Sueco.
Con
el objetivo de desarrollar una Escala que pudiera ser uniformemente
aplicada en Latinoamérica, evitando los sesgos lingüísticos
introducidos por distintas adaptaciones circulantes tanto en España
como en países hispano parlantes, se formó un equipo de
trabajo integrado por la Dra. Ana Peréz San Gregorio y el Dr.
Eduardo Fernández Jiménez de la Universidad de
Sevilla, los autores de la TAS, G. Taylor y M. Bagby y la Dra.
Helena Ana Lunazzi de la Universidad de La Plata. El grupo compartió
el interés y el esfuerzo por ofrecer técnicas de
evaluación psicológica rigurosamente adaptadas, que no
distorsionen la comparación de resultados obtenidos en
diferentes países y muestras e investiguen la validez de
constructo (Clark y Watson, 1995).
Varias
problemáticas debieron ser atravesadas para lograr la
Adaptación, especialmente diferencias culturales en relación
con contestar autoinformes y también, diferencias
metodológicas derivadas de las adaptaciones previas
circulantes en Argentina con la escala (TAS26). La administración
de la TAS-20, al igual que la TAS-26, aunque es presentada como
cuestionario de autoinforme, al ser aplicada a pacientes y no
pacientes de educación media o baja, habitualmente ofrece una
comprensión dificultosa. Retomamos aquí lo expresado en
el epígrafe inicial por Mireille Montreuil, la TAS-20,
requiere ser administrada con cualidad clínica, explicando al
entrevistado a menudo, el significado de las preguntas, de modo de
obtener resultados confiables y válidos. En nuestra
experiencia salvo en sujetos con educación superior o con
experiencia en responder cuestionarios likert de 5 alternativas,
(LAC-TAS 20, Taylor et al., 2012) la versión más
sencilla de tres alternativas (Lunazzi, Alessio y Tonin, 2007,
desarrollada en la UNLP) se vuelve mucho más confiable en
poblaciones de nuestros hospitales comunes. Realizando estudios
comparativos y correlacionales los resultados evaluados mediante
tres alternativas, proporcionan resultados satisfactoriamente
semejantes que cuando se administran las 5 alternativas a sujetos con
educación superior. M. Casullo propuso adaptar la escala
original TAS-26 de 5 a 3 alternativas, en nuestro país, según
explicó "En nuestro medio resulta mucho más
accesible" (Casullo 1990).
Dijimos
anteriormente que se trata de un constructo dimensional, lo cual
implica que debemos esperar grados de presencia o no de Alexitimia,
establecidos según los punto de corte correspondientes. Estas
diferentes magnitudes van a variar entre los sujetos administrados
desde ser portadores de Alexitimia Definitiva (puntuaciones totales
en la escala ≥ 56) Alexitimia Indefinida (puntuaciones totales en
la escala entre 45-55) y No Alexitímico (puntuaciones totales
en la escala ≤ 40).
Cada
ítem de la escala recibe una puntuación, según
la respuesta exprese "Totalmente en Desacuerdo", "
Moderadamente en Desacuerdo", "No sé, ni de
acuerdo ni en desacuerdo", "Moderadamente de acuerdo"
o "Totalmente de acuerdo" por ejemplo, el Ítem 3
"Tengo sensaciones corporales que ni los médicos las
entienden", según la respuesta se le asignarán:
1, 2, 3, 4 ó 5 puntos. A los efectos de la confiabilidad de
las puntuaciones también hay 4 ítems cuyo puntaje se
asigna de modo inverso.
Informaremos
a continuación algunos resultados obtenidos y compararemos
los puntos de corte de nuestra adaptación con los de muestras
internacionales de no pacientes y de pacientes psicosomáticos.
{ver tabla 1} {ver tabla 2} {ver tabla 3}. Una ilustración de ejemplos mucho más
amplia, al igual que la escala propiamente dicha, pueden encontrarse
en "Alexitimia, cruzando el Puente entre la Teoría, la
Investigación y la Clínica" (Lunazzi, Taylor,
Bagby, Sivak, 2012).
La
elaboración de la LAC-TAS-20, fue cuidadosamente supervisada
por dos de sus autores, Graeme Taylor y R. Michael Bagby, e incluyó
estudios de análisis factorial confirmatorio (CFA), resultando
psicométricamente rigurosa, por lo que tenemos la satisfacción
de ponerla a disposición de nuestros colegas para su empleo
clínico o en investigaciones. (Lunazzi, Taylor, Bagby y Sivak,
2012).
3.-
Contribuciones al psicoterapeuta
Según
evaluación de la OMS en el año 2020, las patologías
psicosomáticas ocuparán el primer puesto dentro de las
enfermedades más difundidas en la población, ocupando
"las depresiones" el segundo lugar. Estamos entonces,
abordando problemáticas de gran actualidad las cuales
ampliamente comprenden los déficits de regulación
afectiva y mentalización, la clínica de las Adicciones,
la Psicosomática, la conducta actuadora con riesgo auto o
hetero destructivo, muchas de ellas podrían ser claramente
diagnósticadas al evaluar alexitimia definitiva. En ellas la
intervención psicoterapéutica requiere sostenerse del
adecuado diagnóstico clínico. Los diagnósticos
clínicos de estas presentaciones son multidimensionales y
complejos, de allí la importancia de contar con evaluaciones
en batería de exploración psicológica afinadas.
Según precisan
Taylor
y Bagby (2013) "Los hallazgos de la investigación
empírica son de utilidad para el psicoanalista pues ofrecen
una comprensión más amplia de pacientes que son
difíciles de tratar, a causa de que tienen limitado
reconocimiento de sus sentimientos, son proclives a los síntomas
somáticos, las conductas basadas en la acción, resisten
la exploración de su mundo interno inconsciente, fallan en
interactuar emocionalmente con el terapeuta y producen
contransferencialmente sentimientos de aburrimiento, frustración
y agotamiento" (Taylor y Bagby, 2013, p.p.163).
En
tanto operadores de la Salud Mental, nos preocupa la Psicología
de la Salud, a la que sabemos le conciernen los estudios sobre
factores de riesgo, implicancias contextuales, prevención y
promoción de la salud y rehabilitación. Es, por ello,
creemos, particularmente importante que los tratamientos
psicoterapéuticos se apoyen en estudios de diagnóstico
que permitan sustentarlos, así como evaluar y anticipar su
eficacia. Los autores que conceptualizan la Psicología de la
Salud destacan dentro del "conjunto de contribuciones
educativas, científicas y profesionales de la disciplina de la
psicología a la promoción y mantenimiento de la salud,
la prevención y el tratamiento de la enfermedad, la
identificación de los correlatos etiológicos y
diagnósticos de la salud, la enfermedad y las disfunciones
relacionadas y el análisis y mejora del sistema sanitario y
formación de políticas sanitarias" (Morales
Calatayud, 1999).
Siendo
la alexitimia un factor de riesgo en las enfermedades del tipo que
sean, tal como mencionamos, particularmente en los trastornos
somatoformes, de la alimentación, las sociopatías,
abuso de sustancias, psicosomáticas, ataque de pánico,
etc., pues su presencia indica que al reducir la circulación y
significación de la información proveniente de las
señales del mundo interno y externo, interfiere en los
procesos de autoorganización y reorganización del
organismo en su historia y ambiente. Pensamos que la evaluación
de la Alexitimia proporciona un recurso valioso para el equipo de
salud, el psicoterapeuta, el psicoanalista y además para
aquéllos abocados a la psicología de la Salud (Morales
Calatayud, 1999).
Importante
para el Psicoterapeuta es que distinga que quienes presentan
alexitimia definitiva difícilmente sean neuróticos
inhibidos, que reconozca en ellos la presencia de su escasa
instrospección, su escasa conciencia de la dimensión
subjetiva de la enfermedad y su escaso reconocimiento de cómo
los acontecimientos internos y externos los afectan (Ruesch, 1948;
Krystal, 1979, 1982, 1988, McDougall, 1982; Lecours y Bouchard, 1997,
Taylor, 2003, Bouchard, 2007). Hacerse cargo psicoterapéuticamente
de la gran limitación de estos pacientes para interpretaciones
con metáforas y que se vuelve necesario proceder,
estimulando, sensibilizando y apuntando a la construcción de
lazo interpersonal. En ello recurrir a todos los recursos disponibles
como la obediencia, la racionalización y la sobreadaptación
para favorecer la adherencia al tratamiento. La tarea
psicoterapéutica apuntará a ayudar al paciente a
identificar las emociones ocultas actuantes en sus síntomas y
manifestaciones, para ampliar el reconocimiento de ellas en él
y ayudarlo a asociar y reconocer cómo lo afectan en las
interacciones que lo rodean.
Son
objetivos psicoterapéuticos desarrollar el reconocimiento
afectivo y la nominación del sentimiento respectivo. Puede
pensarse este diseño de intervención como una terapia
de prótesis, donde se deben prestar al paciente funciones
psicológicas que carece, poner palabra donde no la hay para
reconocer sensaciones corporales y diferenciarlas de sentimientos.
Algunos terapeutas hablan de esta terapia como de "maternaje",
en el sentido de prestar sostén, aportar enseñanza
recurriendo a las contribuciones de todo recurso psicoterapéutico
como rol-playing, psicodrama, tareas corporales, manuales y
musicales, cognitivas, grupos de reflexión e intercambio,
intervenciones que contribuyan a construir espesor en un psiquismo de
déficit.
Reflexiones
finales
En
el presente la evaluación e intervención en este tipo
de demandas es creciente, y consideramos necesario que los
psicólogos conozcan instrumentos confiables y válidos
de diagnóstico, conocimiento que debe estar acompañado
de una revisión y actualización conceptual que permita
al evaluador la acabada comprensión de las diversas e
infinitas presentaciones de las subjetividades (Meyer, 2008).
Las
evaluaciones mediante multimétodos implican el reconocimiento
de que ninguna técnica por si sola puede informar sobre
diversos aspectos y niveles de funcionamiento psíquico. En
consecuencia acompañar a la TAS-20 de la administración
conjunta de una técnica proyectiva, como la Técnica de
Relaciones Objetales de Phillipson (T.R.O.) o de la Técnica
Rorschach, adaptadas a nuestro propio contexto cultural, permitirán
contar con una lectura diagnóstica más completa y
compleja.
Ahora,
retomando las dos preguntas que dispararon nuestra investigación
(punto 2.3 en este artículo) 1.- ¿Sería la
Alexitimia, un nombre nuevo para algo ya conocido? 2.- ¿Podría
un cuestionario que se describe como Auto administrable, aportar
conocimiento valioso, para los Rorschachistas y Proyectivistas?
Contestamos
concluyentemente que sí, que el constructo Alexitimia, es una
nueva categoría diagnóstica, fruto de un largo
derrotero investigativo de autores psicoanalíticos, categoría
de ágil y profundo contenido, que facilita el puente entre el
reconocimiento clínico y la explicación en sus
fundamentos teóricos, A la vez con la capacidad de promover
muchas nuevas investigaciones.
También
contestamos, que según nuestra experiencia, la LAC-TAS-20, es
efectivamente un instrumento confiable y válido. Que
administrado e interpretado clínicamente contribuye ricamente
al diagnóstico diferencial, el que debería anteceder a
las planificaciones de los tratamientos psicoterapéuticos.
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